Las detenciones y las deserciones le han llevado a la cifra más baja de su historia
ETA cuenta en la actualidad con unos 70 miembros
ELPLURAL.COM
Setenta terroristas integran la banda ETA actualmente, según los cálculos de la Policía. Es la cifra más baja de la historia reciente y es resultado del elevado número de detenciones pero, también, de un incremento de las deserciones dentro de la organización.
Fuentes de la lucha antiterrorista han puesto como ejemplo de la situación actual de ETA, según Europa Press, la muerte el pasado día 25 del etarra José María Zaldúa Korta. Falleció a causa de un infarto de miocardio a los 61 años en una localidad próxima a Marsella, donde desde hacía años permanecía en la clandestinidad y vivía solo en una habitación alquilada gracias al dinero que recibía de su familia, quien tuvo conocimiento de su muerte gracias a que el etarra había facilitado a sus caseros un número de teléfono al que avisar en caso de que le pasase algo.
Penurias económicas y de infraestructura
Las escasas perspectivas de futuro para los integrantes de ETA, junto a las penurias económicas y de infraestructura que en la que viven, que les obliga a sobrevivir en la clandestinidad en condiciones precarias, ha provocado el abandono voluntario de la actividad armada.
Las deserciones
La mayoría de las deserciones pasan desapercibidas, pero afectan desde las esferas más bajas del escalafón etarra a terroristas de primera línea, según las citadas fuentes. Así, se han registrado casos de pistoleros rasos como Ibai Sueskun, de 23 años, quien en octubre de 2009 se entregó a la Gendarmería francesa después de lesionarse en una mano con su propia pistola, tras pasar varios días a la intemperie y perdido en el monte tratando de volver por su cuenta a su casa.
La huída
También existen casos de terroristas con un peso dentro de la organización, como el de Luis María Zengotitabengoa, quien fue detenido en marzo en el aeropuerto de Lisboa tratando de coger un vuelo a Venezuela sin haber dado parte a sus superiores, un acto castigado generalmente con la expulsión de la banda. Otro ejemplo es su hermano Andoni Zengotitabengoa, quien fue detenido el pasado mes de agosto en Bélgica, donde también se encontraba sin comunicarlo a la dirección etarra, según explicaron a Europa Press fuentes de la lucha antiterrorista, que precisaron que fue descubierto a partir de una llamada que realizó a su familia desde el hotel en el que se hospedó para pedir ayuda.
La clandestinidad
El destino para quienes consiguen dejarlo sin ser descubiertos por las Fuerzas de Seguridad es mantenerse en la clandestinidad, generalmente en Francia con el dinero que le remiten sus familias a la espera de volver. El mismo fin le espera a los que cruzan la frontera tras años en la 'kale borroka' para integrarse en algún comando de la banda,.
Las detenciones
El elevado número de detenciones es otro factor que desanima a los que piensan en convertirse en etarras. Durante este año, las fuerzas y cuerpos de Seguridad han practicado un total de 90 detenciones. Y los últimos comunicados de ETA no han cambiado nada. Desde que el pasado día 5 los terroristas anunciaron el cese de sus "acciones armadas ofensivas", se han practicado una veintena de arrestos, se han desmantelado dos zulos en Francia y se han incautado 100 kilos de sustancias para la fabricación de explosivos.
ETA cuenta en la actualidad con unos 70 miembros
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Setenta terroristas integran la banda ETA actualmente, según los cálculos de la Policía. Es la cifra más baja de la historia reciente y es resultado del elevado número de detenciones pero, también, de un incremento de las deserciones dentro de la organización.
Fuentes de la lucha antiterrorista han puesto como ejemplo de la situación actual de ETA, según Europa Press, la muerte el pasado día 25 del etarra José María Zaldúa Korta. Falleció a causa de un infarto de miocardio a los 61 años en una localidad próxima a Marsella, donde desde hacía años permanecía en la clandestinidad y vivía solo en una habitación alquilada gracias al dinero que recibía de su familia, quien tuvo conocimiento de su muerte gracias a que el etarra había facilitado a sus caseros un número de teléfono al que avisar en caso de que le pasase algo.
Penurias económicas y de infraestructura
Las escasas perspectivas de futuro para los integrantes de ETA, junto a las penurias económicas y de infraestructura que en la que viven, que les obliga a sobrevivir en la clandestinidad en condiciones precarias, ha provocado el abandono voluntario de la actividad armada.
Las deserciones
La mayoría de las deserciones pasan desapercibidas, pero afectan desde las esferas más bajas del escalafón etarra a terroristas de primera línea, según las citadas fuentes. Así, se han registrado casos de pistoleros rasos como Ibai Sueskun, de 23 años, quien en octubre de 2009 se entregó a la Gendarmería francesa después de lesionarse en una mano con su propia pistola, tras pasar varios días a la intemperie y perdido en el monte tratando de volver por su cuenta a su casa.
La huída
También existen casos de terroristas con un peso dentro de la organización, como el de Luis María Zengotitabengoa, quien fue detenido en marzo en el aeropuerto de Lisboa tratando de coger un vuelo a Venezuela sin haber dado parte a sus superiores, un acto castigado generalmente con la expulsión de la banda. Otro ejemplo es su hermano Andoni Zengotitabengoa, quien fue detenido el pasado mes de agosto en Bélgica, donde también se encontraba sin comunicarlo a la dirección etarra, según explicaron a Europa Press fuentes de la lucha antiterrorista, que precisaron que fue descubierto a partir de una llamada que realizó a su familia desde el hotel en el que se hospedó para pedir ayuda.
La clandestinidad
El destino para quienes consiguen dejarlo sin ser descubiertos por las Fuerzas de Seguridad es mantenerse en la clandestinidad, generalmente en Francia con el dinero que le remiten sus familias a la espera de volver. El mismo fin le espera a los que cruzan la frontera tras años en la 'kale borroka' para integrarse en algún comando de la banda,.
Las detenciones
El elevado número de detenciones es otro factor que desanima a los que piensan en convertirse en etarras. Durante este año, las fuerzas y cuerpos de Seguridad han practicado un total de 90 detenciones. Y los últimos comunicados de ETA no han cambiado nada. Desde que el pasado día 5 los terroristas anunciaron el cese de sus "acciones armadas ofensivas", se han practicado una veintena de arrestos, se han desmantelado dos zulos en Francia y se han incautado 100 kilos de sustancias para la fabricación de explosivos.