«Robagallinas» en el supermercado
Los hurtos de productos de primera necesidad están aumentando con la crisis en los «súper» e hipermercados
P. D. A. / MÁLAGA
Día 26/09/2010
La crisis no solo afecta a la cuenta de ingresos de los supermercados y grandes superficies comerciales. El incremento del número de parados y las penurias económicas que están sufriendo muchas familias ha dibujado en los dos últimos años un nuevo perfil de hurtador que durante los últimos meses ha manteniendo el aumento de robos de productos de primera necesidad que se registró en 2009.
«Si antes se sustraían botellas de alcohol o cosméticos, ahora embutidos o leche», señaló un agente, que explicó que los hipermercados han reforzado los sistemas de seguridad de los productos de primera necesidad.
Un portavoz de la empresa de seguridad Niscayah ratificó esta afirmación y manifestó que el etiquetado con dispositivos de alarma se ha extendido a productos cuyo robo es testimonial. Un elemento disuasorio que se complementa con la instalación de espejos y cámaras.
Desde la compañía Checkpoint, líder en el país de productos de seguridad, señalaron que «productos básicos, como pueden ser los cárnicos, loncheados o lácteos, que antes no se protegían, ahora cuentan con etiquetas antihurto».
El director comercial de esta empresa, Iván Baquero, explicó que no han sufrido un incremento considerable de la demanda de productos de seguridad, aunque achacó esta cuestión a que la crisis económica limita la apertura de nuevos negocios. No obstante, matizó que, «quien no estaba equipado, ahora lo está haciendo; y quien sí había tomado precauciones, las amplía».
Baquero señaló que las grandes superficies están recurriendo a empaquetar los productos sensibles de ser robados en «cajas de policarbonato, más difíciles de violar» y aseguró que en los últimos tiempos se están demandando mucho dispositivos que detectan las «bolsas pantalla», que son aquellas recubiertas de papel de aluminio y que inhiben las alarmas de los productos.
«De este modo se puede saber si una persona puede venir preparada para sustraer y se le vigila con más detenimiento», declaró.
Los expertos señalan que las pérdidas de las grandes superficies alimenticias y comerciales derivadas de los hurtos, y conocidas como «retail», no ha sufrido un aumento desmesurado desde principios de año, aunque precisaron que se ha mantenido estable el fuerte incremento que se contabilizó durante 2009.
Este crecimiento de la curva ha sido achacado a la incidencia de la crisis económica en los hogares, que ha atraído a esta práctica delictiva a personas que jamás se habrían visto en esa situación.
Fuentes de la Policía Nacional explicaron que el abanico de hurtadores se ha ampliado hasta incluir a amas de casa y desempleados que deciden robar y desdibujando así los perfiles tradicionales.
El portavoz de Niscayah explicó que una de las modalidades de hurto de embutidos o cárnicos que han detectado es el de las madres que usan a sus bebés para ocultarles en la espalda el producto, habitualmente loncheado.
La citada fuente incidió en un fenómeno que en esta en auge que es el robo por encargo, y que lo protagonizan personas que roban productos que previamente les han requerido. Los suelen perpetrar toxicómanos o indigentes y sus clientes habituales son amas de casa o jubilados, que en la calle pagan un preció inferior al de venta en el supermercado.
Las empresas del sector son reticentes a ofrecer cifras sobre las pérdidas por hurtos, aunque hay algunos estudios nacionales que ofrecen una visión aproximada de las mismas. Uno elaborado por Checkpoint señala que en España, las pérdidas del retail ascendieron en 2009 a 2.805 millones de euros. Esta cifra representa el 1,36% de las ventas y supone un incremento de 3,8% respecto al año anterior —1,31% de las ventas y 2.510 millones de euros—.
El sector del retail español invirtió el año pasado 745 millones de euros en seguridad —el 0,36% de las ventas—, un millón más que en 2008.
El trabajo apunta que los costes de la delincuencia en España han ascendido a 2.421 millones de euros, mientras que en 2008 alcanzaron 2.169.
El 50,2% de las pérdidas provienen de hurtos de clientes, mientras que el 28,4% son cometidos por los propios empleados.
El resto de las causas se reparten entre los realizados por proveedores (7,7%) y errores internos (13,7%).
http://noticiasvigilantes.foroactivo.com/seguridad-f4/robagallinas-en-el-supermercado-t8809.htm
Los hurtos de productos de primera necesidad están aumentando con la crisis en los «súper» e hipermercados
P. D. A. / MÁLAGA
Día 26/09/2010
La crisis no solo afecta a la cuenta de ingresos de los supermercados y grandes superficies comerciales. El incremento del número de parados y las penurias económicas que están sufriendo muchas familias ha dibujado en los dos últimos años un nuevo perfil de hurtador que durante los últimos meses ha manteniendo el aumento de robos de productos de primera necesidad que se registró en 2009.
«Si antes se sustraían botellas de alcohol o cosméticos, ahora embutidos o leche», señaló un agente, que explicó que los hipermercados han reforzado los sistemas de seguridad de los productos de primera necesidad.
Un portavoz de la empresa de seguridad Niscayah ratificó esta afirmación y manifestó que el etiquetado con dispositivos de alarma se ha extendido a productos cuyo robo es testimonial. Un elemento disuasorio que se complementa con la instalación de espejos y cámaras.
Desde la compañía Checkpoint, líder en el país de productos de seguridad, señalaron que «productos básicos, como pueden ser los cárnicos, loncheados o lácteos, que antes no se protegían, ahora cuentan con etiquetas antihurto».
El director comercial de esta empresa, Iván Baquero, explicó que no han sufrido un incremento considerable de la demanda de productos de seguridad, aunque achacó esta cuestión a que la crisis económica limita la apertura de nuevos negocios. No obstante, matizó que, «quien no estaba equipado, ahora lo está haciendo; y quien sí había tomado precauciones, las amplía».
Baquero señaló que las grandes superficies están recurriendo a empaquetar los productos sensibles de ser robados en «cajas de policarbonato, más difíciles de violar» y aseguró que en los últimos tiempos se están demandando mucho dispositivos que detectan las «bolsas pantalla», que son aquellas recubiertas de papel de aluminio y que inhiben las alarmas de los productos.
«De este modo se puede saber si una persona puede venir preparada para sustraer y se le vigila con más detenimiento», declaró.
Los expertos señalan que las pérdidas de las grandes superficies alimenticias y comerciales derivadas de los hurtos, y conocidas como «retail», no ha sufrido un aumento desmesurado desde principios de año, aunque precisaron que se ha mantenido estable el fuerte incremento que se contabilizó durante 2009.
Este crecimiento de la curva ha sido achacado a la incidencia de la crisis económica en los hogares, que ha atraído a esta práctica delictiva a personas que jamás se habrían visto en esa situación.
Fuentes de la Policía Nacional explicaron que el abanico de hurtadores se ha ampliado hasta incluir a amas de casa y desempleados que deciden robar y desdibujando así los perfiles tradicionales.
El portavoz de Niscayah explicó que una de las modalidades de hurto de embutidos o cárnicos que han detectado es el de las madres que usan a sus bebés para ocultarles en la espalda el producto, habitualmente loncheado.
La citada fuente incidió en un fenómeno que en esta en auge que es el robo por encargo, y que lo protagonizan personas que roban productos que previamente les han requerido. Los suelen perpetrar toxicómanos o indigentes y sus clientes habituales son amas de casa o jubilados, que en la calle pagan un preció inferior al de venta en el supermercado.
Las empresas del sector son reticentes a ofrecer cifras sobre las pérdidas por hurtos, aunque hay algunos estudios nacionales que ofrecen una visión aproximada de las mismas. Uno elaborado por Checkpoint señala que en España, las pérdidas del retail ascendieron en 2009 a 2.805 millones de euros. Esta cifra representa el 1,36% de las ventas y supone un incremento de 3,8% respecto al año anterior —1,31% de las ventas y 2.510 millones de euros—.
El sector del retail español invirtió el año pasado 745 millones de euros en seguridad —el 0,36% de las ventas—, un millón más que en 2008.
El trabajo apunta que los costes de la delincuencia en España han ascendido a 2.421 millones de euros, mientras que en 2008 alcanzaron 2.169.
El 50,2% de las pérdidas provienen de hurtos de clientes, mientras que el 28,4% son cometidos por los propios empleados.
El resto de las causas se reparten entre los realizados por proveedores (7,7%) y errores internos (13,7%).
http://noticiasvigilantes.foroactivo.com/seguridad-f4/robagallinas-en-el-supermercado-t8809.htm