Antonio Salas: "Hay que ser muy estúpido para ser un terrorista"
El periodista, autor de 'El Palestino', se ha infiltrado en organizaciones terroristas
Primero fue un skin, luego un proxeneta y ahora se ha hecho pasar por un terrorista islámico. Bajo el seudónimo de Antonio Salas, el periodista español ha sacado a la luz su último reportaje de investigación sobre las redes del terrorismo internacional. Su trabajo ha quedado plasmado en el libro El Palestino (Ediciones Temas de hoy) tras seis años de investigaciones. Durante este tiempo se convirtió en hombre de confianza del terrorista internacional Ilich Ramírez Sánchez, alias 'Carlos el Chacal', actualmente en prisión, y tuvo acceso a los campos de adiestramiento de las FARC en Venezuela. Para esta infiltración Salas aprendió árabe, se convirtió al islam y hasta se circuncidó asumiendo la personalidad ficticia de Muhammad Abdallah, un musulmán nacido en Venezuela y con raíces palestinas. Sin duda una de las investigaciones más peligrosas de su vida que le ha llevado por Palestina, Israel, Siria, Venezuela, entre otros países.
"Yo no trabajo para ningún medio ni para el gobierno ni ninguna agencia de inteligencia. Soy un redactor free lance y no le debo fidelidad inmediata a nadie más que a mis lectores que son los únicos que apoyan mis investigaciones", comenta Salas. Tras la publicación de El Palestino el periodista ya prepara un documental con sus grabaciones en cámara oculta. También me confiesa que desde hace unos meses ya está creando el personaje de su nueva investigación. No puede dar más detalles.
Antonio Salas, en el sur de Beirut ante la estatua del Ayatolá Jomeini / Archivo
-Después de Diario de un skin y El año en que trafiqué con mujeres, ¿El Palestino ha sido la infiltración más peligrosa hasta ahora?
-Probablemente sí ha sido la más peligrosa pero la más cara con diferencia y la más complicada aunque desde el punto de vista psicológico la investigación de trata de blancas fue mucho más dura.
- Para infiltrarse en las redes del terrorismo internacional aprendió árabe y se convirtió al islam. ¿Qué queda de su personaje ficticio, Muhammad Abdallah?
- Me he dado cuenta que va a ser muy difícil y me va a costar mucho descolgarme del personaje porque han sido seis años. Por ejemplo, hace un par de días hacía la compra en el supermercado y me sorprendí metiendo en la cesta botellas de zumo de zanahoria que odio profundamente. Me he pasado seis años bebiendo zumo de zanahoria como parte del tratamiento para mantener el bronceado de la piel. Todavía me doy cuenta en estos pequeños detalles que me va a costar salir.
- ¿Cómo aprendió árabe?
- Fue horrible y agotador. Matriculándome en todos los cursos y volviendo a la universidad haciendo cursos intensivos fuera de España en la Academia Intensiva de Árabe. Entonces me di cuenta que no iba a colar como un árabe nativo porque casi todos de los servicios secretos europeos después del 11-M y sobre todo tras el 7-J se pusieron a estudiar árabe. Coincidía con compañeros alemanes, italianos, franceses y me daba cuenta que mantenían el acento de sus países cuando hablaban árabe. Deduje que yo hablaría un árabe con acento latino y por eso busqué mi origen y de ahí viene lo de Venezuela.
- ¿Y por qué no España?
- No podía ser España porque después del 11-M todas las policías y el FBI estaban buscando yihadistas. Empecé en un país anticapitalista, un país que tuviese mucha relación con el mundo árabe y al principio escogí un poco por intuición Venezuela y fue un acierto absoluto.
- ¿En qué momento decidió iniciar esta nueva investigación?
- Mi anterior libro, El año en que trafiqué con mujeres, se presentó el 8 de marzo y durante esos tres días yo estaba haciendo la promoción. Todos los compañeros me preguntaban cuál iba a ser la próxima investigación y si sería algo relacionado con el narcotráfico o tráfico de armas. Cuando sucedió lo del 11-M yo estaba en Madrid. Así que estaba claro cuál tendría que ser la próxima investigación. Todo Madrid se volcó con el 11-M, los taxistas ofrecían sus coches, la gente iba a donar a sangre… y yo lo único que sé hacer es investigar.
- Después de estos seis años de investigaciones y conviviendo con terroristas en más de un decena de países, ¿qué balance hace de la infiltración?
- Soy muy pesimita porque veo que los mismos errores que cometemos en Occidente los están cometiendo también en Oriente. Hemos crecido con películas en la que nos enseñan que nuestros héroes de acción pegan muchos tiros y matan a mucha gente pero porque son los buenos. La socialización de la violencia ya se empieza a dar en el cine árabe con películas como Yuba, un francotirador de Bagdad que lo convierten en un héroe. Los jóvenes árabes ya se empiezan a identificar con los mismos modelos de violencia que tenemos en Occidente y por eso es tan fácil para las organizaciones yihadistas y de otro tipo encontrar voluntarios. Les convencen de que la violencia es buena cuando es para hacer el bien que es lo mismo que nos cuentan a nosotros.
-¿Cuál era el principal objetivo de esta infiltración?
- En el fondo todas las investigaciones son iguales. Yo cuando empiezo una infiltración mi objetivo es querer comprender, cuáles son las causas, qué es lo que piensa la gente y por qué hacen las cosas qué hacen. Esa el única forma que tienes de comprenderlos y al mismo tiempo es lo único que te va dar fuerza moral para luego discutir, debatir con ellos e intentar convencerles de que están equivocados porque están equivocados.
- ¿Ha encontrado respuestas a sus preguntas?
- Igual que comprendo por qué un skinhead puede darle una paliza a un negro, una prostituta o un homosexual, eso no quiere decir que lo justifique. En el caso de los terroristas, yo creo que he tenido la oportunidad de conocerlos y convivir con ellos prácticamente en todas las organizaciones armadas que hay hoy en día en casi todo el mundo.
-¿Qué tienen en común las organizaciones terroristas?
- Lo único que tienen en común es que todos consideran que la violencia y las armas es un lenguaje lícito para defender una ideología o una religión. Por supuesto que todos están equivocados porque otra de las conclusiones es que hay que ser muy estúpido para ser terrorista. Yo no he encontrado esos personajes glamurosos o fascinantes de las películas de espías. Los terroristas no son tipos atractivos ni brillantes porque el único destino que espera un terrorista es la cárcel o la muerte. No hay más.
- ¿Qué mueve a los terroristas?
- Supongo que lo que te voy a decir va a sonar algo escandaloso pero en la mayoría de los casos es una forma errónea de idealismo. Primero tenemos problemas para definir lo que es un terrorista. No hay un consenso internacional y lo que nosotros llamamos terroristas para unas personas son libertadores, revolucionarias o patriotas.
-¿Se puede llegar a comprender un terrorista?
- Ponte en el lugar de un iraquí lo que le confirman lo que ya sabía antes de la ocupación occidental. Que nunca existieron armas de destrucción masiva en Iraq, que Al Qaeda nunca tuvo relación con Sadam Husein y que Al Qaeda nunca estuvo en Iraq antes de la ocupación y que su casa ha sido destruida, su familia asesinada y su trabajo ha sido torturado con esos argumentos que luego resultaron no ser reales. Es comprensible que algunas de estas personas reaccionen con violencia y lo único que queda es venganza pero que lo entienda no quiere decir que lo justifique.
-¿Se ha llevado muchas sorpresas durante su investigación?
- Yo pensaba que todos los árabes eran musulmanes y que todos los terroristas árabes eran yihadistas. Pues no. Me encontré con organizaciones en Palestina o en Iraq donde luchan mano a mano cristianos y musulmanes por su tierra. Ni siquiera por una religión. Lo que ocurre es que la propaganda occidental utiliza el islam para meter a todos en el mismo saco.
- ¿Con cuántos terroristas ha tenido contacto?
- Con muchísimos personajes muy importantes en sus respectivas comunidades como Arturo Cubillas, que es el eje fundamental de ETA en Venezuela, el líder tupamaro Chino Carías, la primera mujer que secuestró aviones en esto del terrorismo, Ibrahim Abayat, considerado el terrorista palestino más peligro del mundo, el terrorista internacional Ilich Ramírez, "Carlos el Chacal"…son muchos y no te sabría decir un número exacto.
- Dentro de todo este entramado en el que ha tenido acceso de primera mano con organizaciones como ETA, las FARC, Hizbullah o Hamas, ¿qué nexos hay en común?
- Es lógico que en el caso de los palestinos de Hamas o los libaneses de Hizbullah exista una colaboración y haya una relación porque tienen un enemigo común. También es lógico que las FARC o los movimientos bolivarianos venezolanos tengan relación y colaboración con la ETA vasca. Lo que ya te rompe los esquemas es descubrir que un icono de la extrema izquierda del comunismo más radical como es "Carlos el Chacal", que formaba parte del Ejército Popular de Liberación de Palestina, haya estado entrenando a los comandos de ETA en Argelia. Pero mucho más alucinante es que un tipo como "Carlos el Chacal" de la extrema izquierda más radical haya estado colaborando siempre y haya tenido la ayuda de los nazis, de los miembros del Tercer Reich.
-En este caso el nazismo también ha estado presente en su investigación de nuevo…
-Para mí ha sido alucinante volver a Barcelona a la librería Europa, un lugar que ya había visitado como skinhead durante la infiltración de un Diario de un skin, para asistir a conferencias de islamistas que colaboran con los nazis. Para mí también ha sido alucinante que en Teherán, en Irán, en un país democrático, por lo menos hay elecciones, todos los nazis, racistas y revisionistas del mundo se pudieron reunir para hacer un congreso contra el holocausto. Esto te lleva a la conclusión que las ideologías son solos unas pantomimas, una pantalla, una justificación para estos grupos armados.
-Durante su investigación también pasó por los campos de adiestramiento en Venezuela. ¿Qué llegó a descubrir en este país?
- En Venezuela seguí la pista del terrorista "Carlos el chacal" y los supuestos campos de entrenamiento de Al Qaeda en isla Margarita y un montón de cosas que son solo son propagandas que al final no tenían una base real. Allí me encontré con que sí existe realmente una comunidad de ETA y una relación y un apoyo a las FARC colombianas. Esto ha abierto una nueva línea de investigación porque siempre he mantenido abiertas muchísimas líneas de investigación simultáneamente.
-¿Cómo empezó su adiestramiento?
-En realidad mi adiestramiento yo lo solicité en los campos de entrenamiento de las FARC en Colombia. Lógicamente tuve que pasar un proceso de investigación. Las FARC están en situación de guerra tácita con el ejército colombiano y tienen que asegurarse de que no eres un espía americano o de Uribe. Pasé una serie de filtros, yo tenía mi identidad en Venezuela muy respalda, y después una entrevista personal con un encuestador colombiano. Finalmente tuve acceso al adiestramiento de lucha armada pero en un campo de Venezuela. No te podría decirte su ubicación exacta porque como hacen con todas estas cosas te meten en un coche y te llevan por unas carreteras que no conocía e hice el adiestramiento en Venezuela.
-Su investigación también se centra en ETA. ¿Cómo está de organizada en Venezuela?
-Más o menos igual que en la República Dominicana o en Cuba. En el caso de Venezuela hay que diferenciar dos grupos muy importantes. Y uno es el grupo que llegó con Arturo Cubillas, que visitó Venezuela de la mano de Felipe González cuando las cumbres de Argel. Los primeros pactos entre el partido socialista y ETA obligaron a Felipe González un lugar donde colocar a esos etarras que estaban entonces en Argel. En aquel momento su amigo y socio Carlos Andrés Pérez era el presidente de Venezuela y entonces accedió a recogerlos como refugiados políticos en Venezuela.
- ¿Los etarras entonces llegaron antes de que Chávez fuera presidente?
- Esto es importante por las cosas que se están diciendo ahora porque esos primeros etarras como Arturo Cubillas llegaron a Venezuela mucho antes de que Chávez estuviese en el poder y llegaron con la condición de refugiados políticos. Por eso son ciudadanos legales en Venezuela. En el caso de Cubillas totalmente integrado en la sociedad venezolana con un puesto de responsabilidad en el ministerio de agricultura y tierras y casado con una venezolana en una absoluta legalidad. Esos primeros etarras lógicamente son los que después han ayudado a otros etarras que llegaban desde España huidos y que han mantenido siempre una excelente relación con las FARC o el Ejército de Liberación Nacional colombiano (ELN).
-¿Llegó a cometer algún delito durante su investigación?
- La única manera de que se puedan aceptar tus grabaciones como prueba judicial o que pueda ser convocado como testigo, como ya ha pasado conmigo, es que no haya participado en ningún delito. Además independientemente de eso yo tengo muy claro que soy periodista y ningún reportaje justifica que tú cometas un delito.
-¿Se arrepiente de algo de la investigación?
- Me arrepiento de haber sido tan ingenuo y haberme creído todas las cosas que me creía porque eso me ha hecho perder muchísimo dinero y tiempo. Me arrepiento de haber pensado al principio de la investigación, como nos pasa a muchos periodistas, que Google y Wikipedia son fuentes fiables. He perdido mucho tiempo creyéndome las versiones oficiales sobre muchas cosas para comprobar esas historias que luego eran falsas, como la historia de los campos de entrenamiento de Al Qaeda en isla Margarita.
-¿Cuál fue su momento más peligroso?
- Han sido muchos momentos en los que he pasado miedo. Desde intentar introducir un equipo de cámara oculta clandestinamente en Israel, una de las fronteras más cercadas del mundo, hasta el primer contacto de Beirut en el barrio de Hizbullah con la gente de Hizbullah o la primera vez que hablé con 'Carlos El Chacal'. Estaba tan nervioso que no fui capaz de grabar a pesar de que se encontraba en Francia en una prisión de máxima seguridad. Introducir una cámara oculta en los campos de entrenamiento fue otro momento de tensión. Yo no puedo contar nada que no esté grabado. No quiero perder el tiempo con tonterías y discusiones de si me lo creo o no me lo creo.
-¿Tras la publicación de su libro ha vuelto a ponerse en contacto de nuevo con el terrorista 'Carlos El Chacal'?
-Le envié a su mujer un ejemplar del libro y una carta. Me imagino que su mujer ya se lo habrá hecho llegar a la prisión donde está ahora recluido. No he tenido todavía noticias de su parte y sí que he tenido de su familia en Venezuela. Lógicamente no estaba nada contenta al descubrir que yo era un periodista infiltrado y por supuesto a los movimientos armados bolivarianos les gustaría ponerme una bomba en el coche conmigo dentro.
-¿Qué repercusión ha tenido el libro tras su publicación?
- Me está sorprendiendo sobre todo la repercusión que está teniendo en Bolivia, Ecuador, Colombia, Venezuela y en Israel. Cuando hicimos la presentación online a través de la página web el país que más la siguió fue Israel.
-¿Cómo lleva el tema de la seguridad?
- Yo sigo manteniendo las mismas rutinas de seguridad desde hace muchos años desde las primeras infiltraciones. Es evidente que no importa que te pegue un tiro un skin, un proxeneta o un terrorista. Te va a hacer el mismo daño.
www.lavanguardia.es
http://noticiasvigilantes.foroactivo.com/terrorismo-f19/antonio-salas-hay-que-ser-muy-estupido-para-ser-un-terrorista-t7712.htm
El periodista, autor de 'El Palestino', se ha infiltrado en organizaciones terroristas
Primero fue un skin, luego un proxeneta y ahora se ha hecho pasar por un terrorista islámico. Bajo el seudónimo de Antonio Salas, el periodista español ha sacado a la luz su último reportaje de investigación sobre las redes del terrorismo internacional. Su trabajo ha quedado plasmado en el libro El Palestino (Ediciones Temas de hoy) tras seis años de investigaciones. Durante este tiempo se convirtió en hombre de confianza del terrorista internacional Ilich Ramírez Sánchez, alias 'Carlos el Chacal', actualmente en prisión, y tuvo acceso a los campos de adiestramiento de las FARC en Venezuela. Para esta infiltración Salas aprendió árabe, se convirtió al islam y hasta se circuncidó asumiendo la personalidad ficticia de Muhammad Abdallah, un musulmán nacido en Venezuela y con raíces palestinas. Sin duda una de las investigaciones más peligrosas de su vida que le ha llevado por Palestina, Israel, Siria, Venezuela, entre otros países.
"Yo no trabajo para ningún medio ni para el gobierno ni ninguna agencia de inteligencia. Soy un redactor free lance y no le debo fidelidad inmediata a nadie más que a mis lectores que son los únicos que apoyan mis investigaciones", comenta Salas. Tras la publicación de El Palestino el periodista ya prepara un documental con sus grabaciones en cámara oculta. También me confiesa que desde hace unos meses ya está creando el personaje de su nueva investigación. No puede dar más detalles.
Antonio Salas, en el sur de Beirut ante la estatua del Ayatolá Jomeini / Archivo
-Después de Diario de un skin y El año en que trafiqué con mujeres, ¿El Palestino ha sido la infiltración más peligrosa hasta ahora?
-Probablemente sí ha sido la más peligrosa pero la más cara con diferencia y la más complicada aunque desde el punto de vista psicológico la investigación de trata de blancas fue mucho más dura.
- Para infiltrarse en las redes del terrorismo internacional aprendió árabe y se convirtió al islam. ¿Qué queda de su personaje ficticio, Muhammad Abdallah?
- Me he dado cuenta que va a ser muy difícil y me va a costar mucho descolgarme del personaje porque han sido seis años. Por ejemplo, hace un par de días hacía la compra en el supermercado y me sorprendí metiendo en la cesta botellas de zumo de zanahoria que odio profundamente. Me he pasado seis años bebiendo zumo de zanahoria como parte del tratamiento para mantener el bronceado de la piel. Todavía me doy cuenta en estos pequeños detalles que me va a costar salir.
- ¿Cómo aprendió árabe?
- Fue horrible y agotador. Matriculándome en todos los cursos y volviendo a la universidad haciendo cursos intensivos fuera de España en la Academia Intensiva de Árabe. Entonces me di cuenta que no iba a colar como un árabe nativo porque casi todos de los servicios secretos europeos después del 11-M y sobre todo tras el 7-J se pusieron a estudiar árabe. Coincidía con compañeros alemanes, italianos, franceses y me daba cuenta que mantenían el acento de sus países cuando hablaban árabe. Deduje que yo hablaría un árabe con acento latino y por eso busqué mi origen y de ahí viene lo de Venezuela.
- ¿Y por qué no España?
- No podía ser España porque después del 11-M todas las policías y el FBI estaban buscando yihadistas. Empecé en un país anticapitalista, un país que tuviese mucha relación con el mundo árabe y al principio escogí un poco por intuición Venezuela y fue un acierto absoluto.
- ¿En qué momento decidió iniciar esta nueva investigación?
- Mi anterior libro, El año en que trafiqué con mujeres, se presentó el 8 de marzo y durante esos tres días yo estaba haciendo la promoción. Todos los compañeros me preguntaban cuál iba a ser la próxima investigación y si sería algo relacionado con el narcotráfico o tráfico de armas. Cuando sucedió lo del 11-M yo estaba en Madrid. Así que estaba claro cuál tendría que ser la próxima investigación. Todo Madrid se volcó con el 11-M, los taxistas ofrecían sus coches, la gente iba a donar a sangre… y yo lo único que sé hacer es investigar.
- Después de estos seis años de investigaciones y conviviendo con terroristas en más de un decena de países, ¿qué balance hace de la infiltración?
- Soy muy pesimita porque veo que los mismos errores que cometemos en Occidente los están cometiendo también en Oriente. Hemos crecido con películas en la que nos enseñan que nuestros héroes de acción pegan muchos tiros y matan a mucha gente pero porque son los buenos. La socialización de la violencia ya se empieza a dar en el cine árabe con películas como Yuba, un francotirador de Bagdad que lo convierten en un héroe. Los jóvenes árabes ya se empiezan a identificar con los mismos modelos de violencia que tenemos en Occidente y por eso es tan fácil para las organizaciones yihadistas y de otro tipo encontrar voluntarios. Les convencen de que la violencia es buena cuando es para hacer el bien que es lo mismo que nos cuentan a nosotros.
-¿Cuál era el principal objetivo de esta infiltración?
- En el fondo todas las investigaciones son iguales. Yo cuando empiezo una infiltración mi objetivo es querer comprender, cuáles son las causas, qué es lo que piensa la gente y por qué hacen las cosas qué hacen. Esa el única forma que tienes de comprenderlos y al mismo tiempo es lo único que te va dar fuerza moral para luego discutir, debatir con ellos e intentar convencerles de que están equivocados porque están equivocados.
- ¿Ha encontrado respuestas a sus preguntas?
- Igual que comprendo por qué un skinhead puede darle una paliza a un negro, una prostituta o un homosexual, eso no quiere decir que lo justifique. En el caso de los terroristas, yo creo que he tenido la oportunidad de conocerlos y convivir con ellos prácticamente en todas las organizaciones armadas que hay hoy en día en casi todo el mundo.
-¿Qué tienen en común las organizaciones terroristas?
- Lo único que tienen en común es que todos consideran que la violencia y las armas es un lenguaje lícito para defender una ideología o una religión. Por supuesto que todos están equivocados porque otra de las conclusiones es que hay que ser muy estúpido para ser terrorista. Yo no he encontrado esos personajes glamurosos o fascinantes de las películas de espías. Los terroristas no son tipos atractivos ni brillantes porque el único destino que espera un terrorista es la cárcel o la muerte. No hay más.
- ¿Qué mueve a los terroristas?
- Supongo que lo que te voy a decir va a sonar algo escandaloso pero en la mayoría de los casos es una forma errónea de idealismo. Primero tenemos problemas para definir lo que es un terrorista. No hay un consenso internacional y lo que nosotros llamamos terroristas para unas personas son libertadores, revolucionarias o patriotas.
-¿Se puede llegar a comprender un terrorista?
- Ponte en el lugar de un iraquí lo que le confirman lo que ya sabía antes de la ocupación occidental. Que nunca existieron armas de destrucción masiva en Iraq, que Al Qaeda nunca tuvo relación con Sadam Husein y que Al Qaeda nunca estuvo en Iraq antes de la ocupación y que su casa ha sido destruida, su familia asesinada y su trabajo ha sido torturado con esos argumentos que luego resultaron no ser reales. Es comprensible que algunas de estas personas reaccionen con violencia y lo único que queda es venganza pero que lo entienda no quiere decir que lo justifique.
-¿Se ha llevado muchas sorpresas durante su investigación?
- Yo pensaba que todos los árabes eran musulmanes y que todos los terroristas árabes eran yihadistas. Pues no. Me encontré con organizaciones en Palestina o en Iraq donde luchan mano a mano cristianos y musulmanes por su tierra. Ni siquiera por una religión. Lo que ocurre es que la propaganda occidental utiliza el islam para meter a todos en el mismo saco.
- ¿Con cuántos terroristas ha tenido contacto?
- Con muchísimos personajes muy importantes en sus respectivas comunidades como Arturo Cubillas, que es el eje fundamental de ETA en Venezuela, el líder tupamaro Chino Carías, la primera mujer que secuestró aviones en esto del terrorismo, Ibrahim Abayat, considerado el terrorista palestino más peligro del mundo, el terrorista internacional Ilich Ramírez, "Carlos el Chacal"…son muchos y no te sabría decir un número exacto.
- Dentro de todo este entramado en el que ha tenido acceso de primera mano con organizaciones como ETA, las FARC, Hizbullah o Hamas, ¿qué nexos hay en común?
- Es lógico que en el caso de los palestinos de Hamas o los libaneses de Hizbullah exista una colaboración y haya una relación porque tienen un enemigo común. También es lógico que las FARC o los movimientos bolivarianos venezolanos tengan relación y colaboración con la ETA vasca. Lo que ya te rompe los esquemas es descubrir que un icono de la extrema izquierda del comunismo más radical como es "Carlos el Chacal", que formaba parte del Ejército Popular de Liberación de Palestina, haya estado entrenando a los comandos de ETA en Argelia. Pero mucho más alucinante es que un tipo como "Carlos el Chacal" de la extrema izquierda más radical haya estado colaborando siempre y haya tenido la ayuda de los nazis, de los miembros del Tercer Reich.
-En este caso el nazismo también ha estado presente en su investigación de nuevo…
-Para mí ha sido alucinante volver a Barcelona a la librería Europa, un lugar que ya había visitado como skinhead durante la infiltración de un Diario de un skin, para asistir a conferencias de islamistas que colaboran con los nazis. Para mí también ha sido alucinante que en Teherán, en Irán, en un país democrático, por lo menos hay elecciones, todos los nazis, racistas y revisionistas del mundo se pudieron reunir para hacer un congreso contra el holocausto. Esto te lleva a la conclusión que las ideologías son solos unas pantomimas, una pantalla, una justificación para estos grupos armados.
-Durante su investigación también pasó por los campos de adiestramiento en Venezuela. ¿Qué llegó a descubrir en este país?
- En Venezuela seguí la pista del terrorista "Carlos el chacal" y los supuestos campos de entrenamiento de Al Qaeda en isla Margarita y un montón de cosas que son solo son propagandas que al final no tenían una base real. Allí me encontré con que sí existe realmente una comunidad de ETA y una relación y un apoyo a las FARC colombianas. Esto ha abierto una nueva línea de investigación porque siempre he mantenido abiertas muchísimas líneas de investigación simultáneamente.
-¿Cómo empezó su adiestramiento?
-En realidad mi adiestramiento yo lo solicité en los campos de entrenamiento de las FARC en Colombia. Lógicamente tuve que pasar un proceso de investigación. Las FARC están en situación de guerra tácita con el ejército colombiano y tienen que asegurarse de que no eres un espía americano o de Uribe. Pasé una serie de filtros, yo tenía mi identidad en Venezuela muy respalda, y después una entrevista personal con un encuestador colombiano. Finalmente tuve acceso al adiestramiento de lucha armada pero en un campo de Venezuela. No te podría decirte su ubicación exacta porque como hacen con todas estas cosas te meten en un coche y te llevan por unas carreteras que no conocía e hice el adiestramiento en Venezuela.
-Su investigación también se centra en ETA. ¿Cómo está de organizada en Venezuela?
-Más o menos igual que en la República Dominicana o en Cuba. En el caso de Venezuela hay que diferenciar dos grupos muy importantes. Y uno es el grupo que llegó con Arturo Cubillas, que visitó Venezuela de la mano de Felipe González cuando las cumbres de Argel. Los primeros pactos entre el partido socialista y ETA obligaron a Felipe González un lugar donde colocar a esos etarras que estaban entonces en Argel. En aquel momento su amigo y socio Carlos Andrés Pérez era el presidente de Venezuela y entonces accedió a recogerlos como refugiados políticos en Venezuela.
- ¿Los etarras entonces llegaron antes de que Chávez fuera presidente?
- Esto es importante por las cosas que se están diciendo ahora porque esos primeros etarras como Arturo Cubillas llegaron a Venezuela mucho antes de que Chávez estuviese en el poder y llegaron con la condición de refugiados políticos. Por eso son ciudadanos legales en Venezuela. En el caso de Cubillas totalmente integrado en la sociedad venezolana con un puesto de responsabilidad en el ministerio de agricultura y tierras y casado con una venezolana en una absoluta legalidad. Esos primeros etarras lógicamente son los que después han ayudado a otros etarras que llegaban desde España huidos y que han mantenido siempre una excelente relación con las FARC o el Ejército de Liberación Nacional colombiano (ELN).
-¿Llegó a cometer algún delito durante su investigación?
- La única manera de que se puedan aceptar tus grabaciones como prueba judicial o que pueda ser convocado como testigo, como ya ha pasado conmigo, es que no haya participado en ningún delito. Además independientemente de eso yo tengo muy claro que soy periodista y ningún reportaje justifica que tú cometas un delito.
-¿Se arrepiente de algo de la investigación?
- Me arrepiento de haber sido tan ingenuo y haberme creído todas las cosas que me creía porque eso me ha hecho perder muchísimo dinero y tiempo. Me arrepiento de haber pensado al principio de la investigación, como nos pasa a muchos periodistas, que Google y Wikipedia son fuentes fiables. He perdido mucho tiempo creyéndome las versiones oficiales sobre muchas cosas para comprobar esas historias que luego eran falsas, como la historia de los campos de entrenamiento de Al Qaeda en isla Margarita.
-¿Cuál fue su momento más peligroso?
- Han sido muchos momentos en los que he pasado miedo. Desde intentar introducir un equipo de cámara oculta clandestinamente en Israel, una de las fronteras más cercadas del mundo, hasta el primer contacto de Beirut en el barrio de Hizbullah con la gente de Hizbullah o la primera vez que hablé con 'Carlos El Chacal'. Estaba tan nervioso que no fui capaz de grabar a pesar de que se encontraba en Francia en una prisión de máxima seguridad. Introducir una cámara oculta en los campos de entrenamiento fue otro momento de tensión. Yo no puedo contar nada que no esté grabado. No quiero perder el tiempo con tonterías y discusiones de si me lo creo o no me lo creo.
-¿Tras la publicación de su libro ha vuelto a ponerse en contacto de nuevo con el terrorista 'Carlos El Chacal'?
-Le envié a su mujer un ejemplar del libro y una carta. Me imagino que su mujer ya se lo habrá hecho llegar a la prisión donde está ahora recluido. No he tenido todavía noticias de su parte y sí que he tenido de su familia en Venezuela. Lógicamente no estaba nada contenta al descubrir que yo era un periodista infiltrado y por supuesto a los movimientos armados bolivarianos les gustaría ponerme una bomba en el coche conmigo dentro.
-¿Qué repercusión ha tenido el libro tras su publicación?
- Me está sorprendiendo sobre todo la repercusión que está teniendo en Bolivia, Ecuador, Colombia, Venezuela y en Israel. Cuando hicimos la presentación online a través de la página web el país que más la siguió fue Israel.
-¿Cómo lleva el tema de la seguridad?
- Yo sigo manteniendo las mismas rutinas de seguridad desde hace muchos años desde las primeras infiltraciones. Es evidente que no importa que te pegue un tiro un skin, un proxeneta o un terrorista. Te va a hacer el mismo daño.
www.lavanguardia.es
http://noticiasvigilantes.foroactivo.com/terrorismo-f19/antonio-salas-hay-que-ser-muy-estupido-para-ser-un-terrorista-t7712.htm