Andoain-Hernani, el corredor que ha permitido a ETA circular libremente
Ambos municipios guipuzcoanos, sometidos durante tantos años a la contaminación terrorista, acumulan casos de complicidades y connivencias con los pistoleros
J. PAGOLA / MADRID
Día 08/08/2010
Hernani y Andoain, tan ligadas a la familia de los Pagazaurtundua, son localidades estigmatizadas por el genocidio etarra. La primera, tras el regreso de ETA a su Ayuntamiento, se ha reconvertido en una burda «hernani-taberna» engalanada en cada uno de sus rincones con simbiología del terror, en la que sólo los «borrokalaris» campan a sus anchas. La segunda, pese al derrocamiento de los «eusko jemeres rojos», es una localidad que arrastra y arrastrará profundas secuelas, tras tantos años sometida a la contaminación de «txerokis» y «nekanes». Hernani y Andoain forman el «corredor abertzale» que ha permitido a ETA desde hace muchos años la libre circulación por la castigada Guipúzcoa.
Desde el mismo momento en que Gurutz Agirresarobe ingresó el viernes en prisión, bares de Hernani, amparados por su alcaldesa, Maite Betialarrangoitia, estaban ya recolectando dinero para que la vida entre rejas del asesino de Joseba Pagaza sea más llevadera. Es ya una tradición. Su foto se dispone también a completar la colección de asesinos que exhiben estos antros y a ocupar algún lugar de honor en las calles Cardaberaz, Nagusia o incluso en la Plaza de los Gudaris, donde se asienta el «herriko-ayuntamiento»; lugar de honor junto a medio centenar más de «hijos del pueblo», como «Baldo», «Peru», «Inma», «Pitu», Marta, Ibón, Gorka, Grazi, Odoia, Ramontxu... que acumulan condenas milenarias por sus múltiples crímenes. Esta es la Hernani de ETA y de las betialarrangoitias, la que enaltece a sus pistoleros y destierra, cuando no extermina, a sus vecinos más honestos, con los Pagaza.
A Ekain Ruiz, que murió hace diez años junto a otros tres etarras cuando les explosionó la bomba con la que preparaban una matanza, el Ayuntamiento de Hernani le «nombró hijo predilecto» y, además, sufragó los gastos derivados de su incineración. La betialarrangoitia de turno, Mertxe Etxeberría, cedió el salón de plenos para que se rindiera el último homenaje al genocida, lo que fue impedido por la Ertzaintza.
En este «oasis» del terror, cuadra que los pistoleros del «comando Donosti» Agustín Arregi Perurena y Juan Luis Lecuona se atrincheraran el 15 de junio de 1984 en su piso-franco de Hernani y dispararan a discreción contra los numerosos guardias civiles, pese a que les tenían rodeados. Pensaban sin duda que el pueblo acudiría en su ayuda. Y lo cierto es que un importante número de vecinos a punto estuvo de interponerse como escudos humanos para facilitar la huida, lo que llevó a la Benemérita a acelerar el asalto con material de guerra.
Y encaja, también, que en los últimos años varios pistoleros del «complejo Donosti» se camuflaran en la impunidad de Hernani para compaginar su verdadera vocación (asesino), con su «honrado» trabajo (puericultora, médico, profesor de ikastola) y con alguna actividad social (cuentacuentos, voluntario, catequista...). Es el caso de Beñat Aginagalde, Ugaitz Errazkin y Manex Castro, a los que se les relacionó con los asesinatos de Ignacio Uría e Isaías Carrasco, y que estaban muy introducidos en la vida social del cóctel y el molotov tan extendida en Hernani.
Triángulo de las Bermudas
En el otro extremo del «corredor abertzale» está Andoain, donde muchos vecinos siguen aún padeciendo profundas secuelas y efectos secundarios después de tantos años sometidos a la contaminación radiactiva de los «txerokis» y las «nekanes». Cuando mataron al periodista José Luis López de Lacalle, «Josu Ternera» gobernaba a distancia el municipio, y ejercía como teniente alcalde su pasante de confianza, el batasuno José Antonio Barandiarán.
Este individuo fue detenido en 2008 tras haberse reunido con el sustituto de «Ternera» al frente del «aparato político» de ETA, Francisco López Peña, alias «Thierry», quien le propuso convertirse en su «asesor» y trasladar las consignas del «zuba» al conjunto de la «izquierda abertzale». ¿Es posible que un ayuntamiento compre un ordenador y se lo envíe al jefe de ETA Asier Oyarzábal a una cárcel de Francia? En Andoain, sí. No es extraño que hace una década, el mercenario etarra se sintiera impune, amparado por tanto vecino cómplice, para disparar a bocajarro a López de la Calle. Y tampoco sorprende que a pocos metros del lugar en el que se velaba el cuerpo del periodista, Arnaldo Otegi Mondragón, alias «el Gordo», justificara, a pie de Ayuntamiento, el crimen, al vociferar que la muerte de López de la Calle dejaba más claro que nunca que había que claudicar ante ETA con el fraude de una negociación impositiva. El pueblo no contaminado propuso una moción de censura, pero el PNV apuntaló en la poltrona al teniente alcalde de «Ternera» y «Thierry».
Tampoco resulta extraño que tanto vecino cómplice haya otorgado a Andoain el fenómeno paranormal de «tragarse» a aquellos etarras que eligieron el «corredor abertzale» para huir de las Fuerzas de Seguridad cuando les pisaban los talones, y transportarlos después a Francia. El País Vasco tiene su propio «trángulo de las Bermudas». En efecto, allí se «evaporaron» «Txapote», Geresta y otros etarras del «Donosti» cuando huían tras haber intentado una matanza de familiares de guardias civiles en la casa cuartel de Arnedo.
Y en sus calles volvieron a «evaporarse» los criminales tras asesinar a Fernado Múgica. Todo ello con complicidades como las de los entonces concejales de HB Juan José Petrikorena y Grazi Morcillo.
Y allí, en Andoain, De Juana despistó a los policías que le seguían discretamente tras abandonar la cárcel, al entrar por la puerta de un bar cómplice y salir por la de atrás.
Próspero negocio de presos
En poder de Gurutz Agirresarobe Pagola la Ertzaintza se incautó de 6.000 euros procedentes de la recaudación obtenida en un solo día en las «txoznas» de apoyo a los presos de ETA instaladas en Hernani durante las pasadas fiestas patronales de San Juan.
Así consta en el auto de prisión del etarra que asesinó a Joseba Pagazaurtundúa dictado por Grande-Marlaska. En el mismo, se explica que la mitad de esta cantidad de dinero se la hizo llegar Aitziber Ezkerra. A diferencia de otras localidades, Hernani no sólo permite estas «txoznas» (casetas festivas) sino que laspromueve. Es más, el programa festivo de San Juan organizado por el Ayuntamiento que preside Maite Betialarrangoitia, de ANV, dedica un día a los presos de ETA y otro a los «refugiados», en alusión a los pistoleros huidos de la Justicia.
http://noticiasvigilantes.foroactivo.com/terrorismo-f19/andoain-hernani-el-corredor-que-ha-permitido-a-eta-circular-libremente-t7691.htm
Ambos municipios guipuzcoanos, sometidos durante tantos años a la contaminación terrorista, acumulan casos de complicidades y connivencias con los pistoleros
J. PAGOLA / MADRID
Día 08/08/2010
Hernani y Andoain, tan ligadas a la familia de los Pagazaurtundua, son localidades estigmatizadas por el genocidio etarra. La primera, tras el regreso de ETA a su Ayuntamiento, se ha reconvertido en una burda «hernani-taberna» engalanada en cada uno de sus rincones con simbiología del terror, en la que sólo los «borrokalaris» campan a sus anchas. La segunda, pese al derrocamiento de los «eusko jemeres rojos», es una localidad que arrastra y arrastrará profundas secuelas, tras tantos años sometida a la contaminación de «txerokis» y «nekanes». Hernani y Andoain forman el «corredor abertzale» que ha permitido a ETA desde hace muchos años la libre circulación por la castigada Guipúzcoa.
Desde el mismo momento en que Gurutz Agirresarobe ingresó el viernes en prisión, bares de Hernani, amparados por su alcaldesa, Maite Betialarrangoitia, estaban ya recolectando dinero para que la vida entre rejas del asesino de Joseba Pagaza sea más llevadera. Es ya una tradición. Su foto se dispone también a completar la colección de asesinos que exhiben estos antros y a ocupar algún lugar de honor en las calles Cardaberaz, Nagusia o incluso en la Plaza de los Gudaris, donde se asienta el «herriko-ayuntamiento»; lugar de honor junto a medio centenar más de «hijos del pueblo», como «Baldo», «Peru», «Inma», «Pitu», Marta, Ibón, Gorka, Grazi, Odoia, Ramontxu... que acumulan condenas milenarias por sus múltiples crímenes. Esta es la Hernani de ETA y de las betialarrangoitias, la que enaltece a sus pistoleros y destierra, cuando no extermina, a sus vecinos más honestos, con los Pagaza.
A Ekain Ruiz, que murió hace diez años junto a otros tres etarras cuando les explosionó la bomba con la que preparaban una matanza, el Ayuntamiento de Hernani le «nombró hijo predilecto» y, además, sufragó los gastos derivados de su incineración. La betialarrangoitia de turno, Mertxe Etxeberría, cedió el salón de plenos para que se rindiera el último homenaje al genocida, lo que fue impedido por la Ertzaintza.
En este «oasis» del terror, cuadra que los pistoleros del «comando Donosti» Agustín Arregi Perurena y Juan Luis Lecuona se atrincheraran el 15 de junio de 1984 en su piso-franco de Hernani y dispararan a discreción contra los numerosos guardias civiles, pese a que les tenían rodeados. Pensaban sin duda que el pueblo acudiría en su ayuda. Y lo cierto es que un importante número de vecinos a punto estuvo de interponerse como escudos humanos para facilitar la huida, lo que llevó a la Benemérita a acelerar el asalto con material de guerra.
Y encaja, también, que en los últimos años varios pistoleros del «complejo Donosti» se camuflaran en la impunidad de Hernani para compaginar su verdadera vocación (asesino), con su «honrado» trabajo (puericultora, médico, profesor de ikastola) y con alguna actividad social (cuentacuentos, voluntario, catequista...). Es el caso de Beñat Aginagalde, Ugaitz Errazkin y Manex Castro, a los que se les relacionó con los asesinatos de Ignacio Uría e Isaías Carrasco, y que estaban muy introducidos en la vida social del cóctel y el molotov tan extendida en Hernani.
Triángulo de las Bermudas
En el otro extremo del «corredor abertzale» está Andoain, donde muchos vecinos siguen aún padeciendo profundas secuelas y efectos secundarios después de tantos años sometidos a la contaminación radiactiva de los «txerokis» y las «nekanes». Cuando mataron al periodista José Luis López de Lacalle, «Josu Ternera» gobernaba a distancia el municipio, y ejercía como teniente alcalde su pasante de confianza, el batasuno José Antonio Barandiarán.
Este individuo fue detenido en 2008 tras haberse reunido con el sustituto de «Ternera» al frente del «aparato político» de ETA, Francisco López Peña, alias «Thierry», quien le propuso convertirse en su «asesor» y trasladar las consignas del «zuba» al conjunto de la «izquierda abertzale». ¿Es posible que un ayuntamiento compre un ordenador y se lo envíe al jefe de ETA Asier Oyarzábal a una cárcel de Francia? En Andoain, sí. No es extraño que hace una década, el mercenario etarra se sintiera impune, amparado por tanto vecino cómplice, para disparar a bocajarro a López de la Calle. Y tampoco sorprende que a pocos metros del lugar en el que se velaba el cuerpo del periodista, Arnaldo Otegi Mondragón, alias «el Gordo», justificara, a pie de Ayuntamiento, el crimen, al vociferar que la muerte de López de la Calle dejaba más claro que nunca que había que claudicar ante ETA con el fraude de una negociación impositiva. El pueblo no contaminado propuso una moción de censura, pero el PNV apuntaló en la poltrona al teniente alcalde de «Ternera» y «Thierry».
Tampoco resulta extraño que tanto vecino cómplice haya otorgado a Andoain el fenómeno paranormal de «tragarse» a aquellos etarras que eligieron el «corredor abertzale» para huir de las Fuerzas de Seguridad cuando les pisaban los talones, y transportarlos después a Francia. El País Vasco tiene su propio «trángulo de las Bermudas». En efecto, allí se «evaporaron» «Txapote», Geresta y otros etarras del «Donosti» cuando huían tras haber intentado una matanza de familiares de guardias civiles en la casa cuartel de Arnedo.
Y en sus calles volvieron a «evaporarse» los criminales tras asesinar a Fernado Múgica. Todo ello con complicidades como las de los entonces concejales de HB Juan José Petrikorena y Grazi Morcillo.
Y allí, en Andoain, De Juana despistó a los policías que le seguían discretamente tras abandonar la cárcel, al entrar por la puerta de un bar cómplice y salir por la de atrás.
Próspero negocio de presos
En poder de Gurutz Agirresarobe Pagola la Ertzaintza se incautó de 6.000 euros procedentes de la recaudación obtenida en un solo día en las «txoznas» de apoyo a los presos de ETA instaladas en Hernani durante las pasadas fiestas patronales de San Juan.
Así consta en el auto de prisión del etarra que asesinó a Joseba Pagazaurtundúa dictado por Grande-Marlaska. En el mismo, se explica que la mitad de esta cantidad de dinero se la hizo llegar Aitziber Ezkerra. A diferencia de otras localidades, Hernani no sólo permite estas «txoznas» (casetas festivas) sino que laspromueve. Es más, el programa festivo de San Juan organizado por el Ayuntamiento que preside Maite Betialarrangoitia, de ANV, dedica un día a los presos de ETA y otro a los «refugiados», en alusión a los pistoleros huidos de la Justicia.
http://noticiasvigilantes.foroactivo.com/terrorismo-f19/andoain-hernani-el-corredor-que-ha-permitido-a-eta-circular-libremente-t7691.htm