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Ya que el vigilante intentó impedir su salida, el acusado comenzó a forcejear con él, le empujó con fuerza y esgrimió una botella como arma para lograr zafarse.
La sustracción de una botella de ron y otra de whisky, valoradas en 21,4 euros, y un empujón a un guardia han hecho que un vecino de Coristanco sea condenado a dos años de cárcel. Los hechos, que asumió ante el Juzgado de lo Penal número 3, sucedieron en un hipermercado de Los Rosales en enero del 2007 y en la sentencia se relata que cogió las botellas y las escondió debajo de su ropa y pasó la línea de cajas sin pagarlas y con la intención de marcharse del local.
Sin embargo, se destaca que un vigilante de seguridad sospechó de él y lo interceptó, pidiéndole que devolviera los artículos, pero el procesado negó que fuese un ladrón. Ya que el vigilante intentó impedir su salida, el acusado comenzó a forcejear con él, le empujó con fuerza y esgrimió una botella como arma para lograr zafarse.
Por otra parte, el mismo juzgado ha impuesto tres meses de prisión a un joven acusado de agredir a unos agentes en marzo del 2006. Según el fallo, un veinteañero, con trastorno antisocial de conducta y politoxicómano, se resistió a ser identificado cuando se encontraba fuera de un pub de Orillamar. Reaccionó de manera violenta, increpando e intentando agredir a los agentes. Estos lograron reducirlo y comprobaron que guardaba en el interior del pantalón, a lo largo de su pierna izquierda, un bate de béisbol.
http://www.lavozdegalicia.es/coruna/2010/07/20/0003_8620501.htm
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La Seguridad es válida cuando previene; casi no vale nada cuando corrige[b]
La sustracción de una botella de ron y otra de whisky, valoradas en 21,4 euros, y un empujón a un guardia han hecho que un vecino de Coristanco sea condenado a dos años de cárcel. Los hechos, que asumió ante el Juzgado de lo Penal número 3, sucedieron en un hipermercado de Los Rosales en enero del 2007 y en la sentencia se relata que cogió las botellas y las escondió debajo de su ropa y pasó la línea de cajas sin pagarlas y con la intención de marcharse del local.
Sin embargo, se destaca que un vigilante de seguridad sospechó de él y lo interceptó, pidiéndole que devolviera los artículos, pero el procesado negó que fuese un ladrón. Ya que el vigilante intentó impedir su salida, el acusado comenzó a forcejear con él, le empujó con fuerza y esgrimió una botella como arma para lograr zafarse.
Por otra parte, el mismo juzgado ha impuesto tres meses de prisión a un joven acusado de agredir a unos agentes en marzo del 2006. Según el fallo, un veinteañero, con trastorno antisocial de conducta y politoxicómano, se resistió a ser identificado cuando se encontraba fuera de un pub de Orillamar. Reaccionó de manera violenta, increpando e intentando agredir a los agentes. Estos lograron reducirlo y comprobaron que guardaba en el interior del pantalón, a lo largo de su pierna izquierda, un bate de béisbol.
http://www.lavozdegalicia.es/coruna/2010/07/20/0003_8620501.htm
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La Seguridad es válida cuando previene; casi no vale nada cuando corrige[b]
