Los nuevos miniordenadores portátiles o netbooks con los que a partir de septiembre trabajarán los alumnos de ESO tendrán la pantalla mate, sin brillo, para evitar el cansancio ocular. La Conselleria d'Educació ha pactado con los fabricantes de los aparatos un nuevo pliego de especificaciones en el que figura esa exigencia. Paralelamente, el departamento que dirige Ernest Maragall se propone instalar de inmediato un plástico adhesivo en las pantallas de los equipos que se han adquirido a lo largo del último curso para amortiguar los efectos brillantes, según fuentes de la conselleria.Los supuestos perjuicios que los portátiles iban a ocasionar en la vista de los usuarios, en particular por las reducidas dimensiones de la pantalla, de 10 pulgadas, fueron esgrimidos meses atrás por algunas autonomías gobernadas por el PP, como la Comunidad Valenciana, para mostrar sus reticencias, o incluso el rechazo abierto, al plan de ayudas diseñado por el Ministerio de Educación que persigue estimular el uso de los ordenadores en las aulas.

EL TAMAÑO DE LAS LETRAS // Los expertos en oftalmología consultados sostienen que el cansancio que pueda provocar la lectura en la pantalla de los netbooks es similar al que ocasiona leer las páginas de un libro, con la diferencia de que la primera puede combatirse aumentando el tamaño de las letras, una decisión que corresponde al profesorado de los centros. En todo caso, los especialistas desaconsejan que se mantenga la vista fijada en el ordenador por un periodo prolongado, de más de tres horas, porque ello provoca que el líquido fisiológico que rodea el ojo se reseque. Esa permanencia, sin embargo, no llega a darse en los centros con portátiles en las aulas.

Uno de los responsables del programa de digitalización, el ingeniero Xavier Kirchner, niega que la instalación de filtros en los netbooks adquiridos en el último año obedezca a que «dañen la vista». «Se trata de prevenir que el alumnado llegue a cansarse, como ocurre cuando se lee un texto de papel con letra pequeña», añade. David Medina, otro de los coordinadores, recuerda, respecto a las dimensiones del monitor, que hay libros digitales que «ya ofrecen los contenidos en tres o cuatro tamaños distintos que se distribuyen en la pantalla en función de la opción elegida», lo que evita el sobreesfuerzo ocular.

Kirchner explica que hasta ahora resultaba inviable hallar en el mercado de consumo ordenadores con la pantalla mate, puesto que los videojuegos y las películas se visionan mejor en las brillantes. No obstante, el abaratamiento de los aparatos, que seguirán costando 300 euros (el 50% a cargo de las familias) ha posibilitado que los fabricantes acepten introducir esa mejora.




Alumnos del instituto Torre del Palau de Terrassa en una clase con ordenadores portátiles y pizarra electrónica. JOSEP GARCIA


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